Sres. del PSOE, si aún les queda en su corazón la esencia primaria del genuino SOCIALISMO, hagan el favor de recuperarla y piensen en el pueblo.
Mi abuelo, socialista hasta la médula, nos enseñó el respeto hacia los demás, por encima de todo, la coherencia en los actos, la aceptación de responsabilidad en ellos, la lucha por un trabajo justo con un salario justo, por una vivienda digna, por una educación, por la igualdad y nos enseñó, a todos los nietos, que la honestidad ha de ser igual, para con uno mismo, como para y por los demás.
Mi abuelo nació el 9 de enero de 1897 y era el que llevaba "la cuenta" de la CASA DEL PUEBLO, en Madrid, cuando se desató la Guerra Civil. Una noche entraron las hordas del Régimen Franquista, y la mayoría echó a correr huyendo. Él, se quedó sentado en su mesa, y pidió que no utilizasen con él la violencia, porque no era necesaria. Sacó todos los libros de registro del Partido, y la cajita donde estaba el dinero que tenía el P.S.O.E. Lo puso todo a disposición de los militares, se levantó y ofreció sus manos, para que le llevaran esposado a la cárcel, ¡ por socialista !
Esa dignidad y esa tranquilidad que nacen, cuando uno es honrado, ante un ataque hostil, (como siempre han actuado y actúan los extremistas), es la misma que demuestra el pueblo en las manifestaciones, porque cuando no hay nada que esconder, brota la tranquilidad y no se sale huyendo.
Hoy en día, en todos los partidos, hay personas corruptas y, por supuesto, personas honradas.
En el P.S.O.E abundan muchísimas, honradas y coherentes, con la semilla pura del SOCIALISMO y a la vez progresistas, y esas personas son las que deben volver a construir el PARTIDO, SOCIALISTA, OBRERO, y ESPAÑOL. Lo que hoy queda, por desgracia, no se parece en nada a lo que realmente fundó D. Pablo Iglesias.
Escuchen al pueblo, honradamente, piensen en los trabajadores, no en ustedes, y unamos brazo con brazo para luchar por recuperar los derechos que tanto les costaron lograr a nuestros abuelos y padres.
Se merecen que seamos honrados con su esfuerzo y sacrificio porque, a mi al menos, me da vergüenza ajena ver lo que es hoy el P.S.O.E. No quiero morirme sin ver que el partido que, de verdad siempre se ha preocupado por los trabajadores, por la CLASE OBRERA, (que es quien levanta y hace grande a un país), renace de sus cenizas como el Ave Fénix.
Así que, por favor, Sres. Dirigentes del partido, reconozcan de una vez por todas, que ustedes se han abrasado al dejarse llevar por la comodidad.
¡Si mi abuelo levantase la cabeza....!
Por cierto, mi abuelo falleció el 15 de julio de 1977, se llamó D. MANUEL PARAZUELOS TIZÓN, y fue un gran HOMBRE: amante Esposo, magnífico Padre, genial Abuelo, excelente Amigo, dominaba el Cálculo y era sublime Poeta.
Y además de todo eso, o quizá mejor dicho, "por encima de todo eso", un SOCIALISTA, OBRERO y ESPAÑOL.
Y eso, ¡¡¡NUNCA LO OLVIDÓ!!!
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